martes, 13 de mayo de 2014

Ay, Felipe de la OTAN

«¡Ay!, Felipe de la OTAN, cataflota, verigüel...», qué decepción más grande fuiste y serás por siempre. 

Todavía recuerdo la sensación que me produjo ver en la tele y en directo a un montón de viejos llorando de alegría en las calles, entre los tumultos de banderas, voces y micrófonos después de tu primera victoria en este país de -antiguamente- pandereta y -hoy- corrupción.

Qué absoluta decepción. ¿Si el país lo necesita? Efectivamente: el país necesita una gran coalición cósmica de los dos grandes partidos. Cuanto más estrechos los lazos, mejor. Cuantos más acuerdos, mejor. Así hacen los piratas para dominar la mar océana. Esa es la única solución para que España salga de esta pesadilla: una gran coalición de los dos grandes partidos. Y que luego se vayan así, coaligados, al fondo del océano olvido.